Algoritmo Silencioso

La Sesgo Oculto del Algoritmo

Estoy en mi apartamento de Brooklyn, tomando matcha de una taza reciclada —sí, soy ese tipo— cuando lo noto otra vez: nada sobre la selección sub-20 de Brasil. Nada sobre las eliminatorias de Noruega. Ni siquiera un susurro sobre la liguilla de Liga MX. Solo silencios donde debería haber emoción.

Me doy cuenta: la plataforma solo muestra contenido cuando mi equipo gana oro o marca en una final. De lo contrario… nada.

Eso no es elección del usuario: es censura algorítmica.

Lo que Estás Pagar Realmente

Aquí está la verdad fría: estas plataformas no tratan el fútbol por igual. Priorizan momentos de celebridad, no cultura futbolística. Un premio al mejor goleador? Seguro que se publica. Un partido juvenil en Recife? Invisible.

Y no es por pereza: es porque están entrenados para maximizar el engagement apostando por eventos visibles.

Hice un script simple con datos del API Opta (sí, sigo programando por diversión). En 30 días, solo el 18% de las notificaciones vinieron de partidos no elite —aunque esos encuentros tenían tasas más altas de retención en estudios regionales.

El sistema recompensa ruido, no sustancia.

¿Puedes arreglarlo tú mismo? Probablemente no (pero aquí está cómo resistir)

Puede que pienses: “¿No puedo seguir a todas las selecciones nacionales?” La respuesta es sí —pero eso no significa que recibas sus actualizaciones. La plataforma usa modelos de decaimiento del engagement: si nunca interactúas con un partido de Nigeria tras seguirlo, la IA lo baja sin decir nada.

Pero aquí viene nuestra resistencia:

• Etiqueta a tus amigos durante partidos poco conocidos —la interacción importa más que los seguidores.
• Comenta con contexto: ‘@BrasilU20 jugando por ascenso ¡Miren ahora!’. Eso dice al algoritmo que esto no es spam: es relevancia.
• Usa hashtags como #FútbolGlobal o #CambiadoresDeGeneración —etiquetas nicho ayudan a saltar filtros principales.

Esto no son trucos: son actos de resistencia contra la erasure algorítmica.

El Fútbol No Es Solo Estrellas – También Son Sistemas

Crecer en Brooklyn rodeado de ritmos salsa y resúmenes del NBA me enseñó algo clave: la cultura florece gracias al acceso, no solo al famoso. Cuando solo los jugadores elite tienen visibilidad, perdemos historias: el chico de São Paulo que jugó cinco veces sin cobrar; la árbitra femenina rompiendo récords en Paraguay; el entrenador comunitario transformando un pueblo con clínicas deportivas.

No son anécdotas: forman parte del alma del fútbol. Y sin embargo… desaparecen del feed porque los algoritmos no valoran profundidad sobre drama.

Necesitamos herramientas que recompensen durabilidad sobre espectáculo —no solo para fans, sino para futuras estrellas que aún no han ganado nada pero construyen algo real.

Así que la próxima vez que tu bandeja esté vacía… pregúntate: ¿quién decidió qué merece atención? The respuesta importa más que cualquier estadística.