El increíble ascenso de un imperio futbolístico

Admito que al principio dudé cuando vi que Miami International se convertía en el club más exitoso de la MLS en solo dos temporadas tras la llegada de Messi. No por los datos—eran reales—sino porque parecían demasiado perfectos.

Pero al analizarlos: 11,46 millones de aficionados asistieron a partidos de la MLS en 2023–24 (un +6% respecto al año anterior). Y apenas un mes después del debut de Messi, Apple TV ganó 300.000 suscriptores nuevos—el público de la MLS se duplicó en una noche.

No fue suerte. Fue un sistema funcionando.

Más allá de una sola estrella: La maquinaria detrás del milagro

Claro está: Messi es el protagonista. Pero Miami International nunca fue construido solo para él desde el inicio.

Jorge Mas no compró una estrella; compró un ecosistema. Llevó a Luis Suárez por experiencia y legado, Jordi Alba por cohesión defensiva y estilo español, Sergio Busquets por inteligencia media y Oscar Ustari como refuerzo con pedigree.

Esta no fue contratación: fue orquestación. Un plantel pensado no para ganar un título, sino para generar valor sostenible en tres escenarios continentales: Copa América (2024), Mundial de Clubes FIFA (2025) y el Mundial 2026, que se celebrará justo aquí en Miami.

La ciudad encuentra su marca: Una fusión cultural perfecta

Miami no es solo la puerta tropical de EE.UU.—es también donde moda y fútbol se encuentran.

David Beckham entró como inversor y transformó una participación accionaria en una marca de estilo vital. Camisetas rosas? Sí. Presencia estelar? Absolutamente. Pero no fue populismo: fue targeting preciso.

La ciudad quería identidad; el fútbol necesitaba legitimidad; Messi ofreció ambas cosas a la vez.

Y Xavi Asensi—ahora director gerente—ha gestionado esto como si fuera un modelo AI: optimizar entradas (jugadores estrella), ajustar variables (campañas publicitarias), monitorear salidas (audiencias) y reentrenar para la siguiente temporada.

Es raro ver lógica corporativa aplicada tan bien al deporte… aún más raro cuando funciona tan bien.

Los datos no mienten… pero las personas sí?

Aquí viene lo interesante: Aunque los medios hablan de “Messi salva al fútbol estadounidense”, yo diría que lo correcto es decir que Messi activó al fútbol estadounidense. El campeonato no estaba listo antes que él… pero ahora sí lo está. El crecimiento ya no depende únicamente del rendimiento individual; está ligado a la confianza del aficionado generada por su presencia, visibilidad constante y narrativas alineadas entre plataformas.

Mi modelo predice que si Miami mantiene estos niveles de engagement hasta 2026—even sin títulos—alcanzará ingresos comerciales superiores a los $75M anuales—a cifras antes reservadas para gigantes como Brighton o Leeds durante sus mejores temporadas.

Esto me lleva nuevamente a mi punto inicial: el verdadero relato no es que Messi hizo grande a Miami… sino que Miami hizo sostenible a Messi. The infraestructura existe ahora no solo para él, sino para cualquier futura estrella que quiera formar parte de algo mayor.